hoy la ciudad de Buenos Aires- afincada prácticamente sobre el puerto, la población buscaba distracción en los circos, donde los antiguos payadores dejaban oír sus improvisaciones con música de milonga criolla.
Cabe consignarse que casi todos los historiadores ubican la fecha de creación del tango antes del año 1880. Por lo tanto, debemos situarnos en aquella época, donde todavía no se había inventado el disco, ni el cilindro misical, ni la radio, y menos aún la televisión. El único modo de escuchar música era en vivo, en presencia de los ejecutantes. Y esos músicos, en su gran mayoría orejeros -no sabían leer música-, ejecutarían lo que con el transcurso del tiempo se transformó en nuestro tango.
La mayoría de los inmigrantes -que se distribuyeron a lo largo y a lo ancho de la zona del Río de la Plata- eran varones que venían a estas tierras en busca de mejores horizontes y dejaban en sus países de origen sus hogares constituidos o sus novias.
Así, se hizo evidente la necesidad de crear burdeles, y se trajo para ese trabajo a mujeres francesas, italianas, españolas, polacas y hasta alemanas. La demanda fue superior a la oferta, y se formaban en esos lugares largas filas de hombres que esperaban para satisfacer sus necesidades. Entonces, los dueños de los prostíbulos, para evitar que los clientes se aburrieran y se fueran, contrataban grupos de músicos -tríos formados por guitarra, violín y flauta- que amenizaban la espera. Ejecutaban la música conocida del momento: polcas, habaneras, cuadrillas, valses, mazurcas y chotís.
En una oportunidad, de la fila salieron dos clientes atrapados por lo picaresco de la música y comenzaron a hacer piruetas. Fue tanto el éxito que los músicos tuvieron que repetir el tema, ignorando que había nacido el tango.
ESta bien... la verdad que podriamos hablar 20 años del tango y siempre tener tema.
ResponderEliminarMe gustaria que arregles el primer párrafo que parece que le falta algo y le pongas un título a esta entrada